Evitar la Corte - Una de las principales ventajas de tener un living trust es que permite evitar el proceso judicial de sucesión. La sucesión testamentaria es un trámite legal que se realiza cuando una persona fallece, con el objetivo de decidir cómo se repartirán sus bienes. En este proceso, un juez determina quién se hará cargo de los activos del fallecido y se asegura de que todas sus deudas sean pagadas. Sin embargo, este procedimiento puede ser largo, costoso y estresante, especialmente en un momento tan difícil como la pérdida de un ser querido.

Ahorrar Dinero- El proceso de sucesión puede resultar costoso, ya que incluye varios gastos como honorarios de abogados, del albacea, tarifas judiciales, tasaciones y otros cargos que se van sumando. Además, la legalización de una herencia suele tomar varios meses e incluso puede extenderse por más de un año. Es importante tener en cuenta que, cuanto mayor es el valor de la herencia y más tiempo toma el proceso, más altos serán los costos totales de la sucesión.

Privacidad en Tiempos Difíciles - Un trust brinda tranquilidad al asegurar que la transferencia de bienes o propiedades se mantenga en privado. A diferencia del proceso de sucesión, que es público, un living trust permanece confidencial entre las personas involucradas. Esto significa que no se hacen registros públicos sobre cómo se distribuyen los bienes. Además, evita que la familia tenga que enfrentar un proceso legal complejo en un momento emocionalmente difícil, como la pérdida de un ser querido. Con un living trust, los asuntos familiares se manejan de forma privada y los activos se reparten exactamente según los deseos del fiduciario.

Te Protege Si Estás Incapacitado - Un trust también es muy útil en situaciones en las que una persona queda incapacitada o gravemente enferma. En estos casos, entra en juego un poder notarial, que es un documento legal que autoriza a otra persona a tomar decisiones en su nombre si usted no puede hacerlo. Con un living trust, el fideicomisario puede asumir rápidamente el control y tomar decisiones importantes sin necesidad de intervención judicial. Sin este tipo de fideicomiso, sería el tribunal quien tendría que decidir, lo que puede ser un proceso lento y estresante. Contar con un living trust permite mantener el control dentro de la familia y evitar que el sistema judicial intervenga en momentos delicados.